El Arte de Delegar

De las habilidades a desarrollar en liderazgo, delegar es una de las más difíciles, en mi práctica profesional como coach y desarrollador de líderes cuando iniciamos el proceso de revisión de la efectividad en el proceso de delegar es común observar que la delegación no se realiza generalmente de manera efectiva, he podido identificar que se debe básicamente a dos factores, el primero es la seguridad del líder, puedes ver mi artículo anterior que trata precisamente sobre este punto, y la segunda tiene que ver con la capacidad del equipo, es decir, el desarrollo del equipo de trabajo, tiene sentido, si cómo líder he fallado en desarrollar a mi equipo, es lógico que no me sienta seguro al delegar tareas importantes.

Ahora bien, en cuanto a las tareas que el líder delega también observe algo interesante, la mayoría de los lideres delegan de manera incorrecta, cuando delegan una tarea generalmente delegan procedimientos, no resultados, esto complica el proceso de supervisión y desarrollo del equipo de trabajo, y es aquí donde hacemos una revisión de paradigmas, lo hacemos respondiendo a la siguiente pregunta. ¿Qué es lo que debo delegar cómo líder? – Respuesta, LA RESPONSABILIDAD DEL RESULTADO.

Cuando delegue, asegúrese de tener una visión muy clara del resultado que desee alcanzar, cuando lo tenga claro, trasmita su visión, diga al colaborador lo que usted necesita y quiere obtener, luego de esto, ESCUCHE a la persona para validar si entendió perfectamente lo que usted quiere, aliente que le haga preguntas, respóndalas todas, luego pregunte al colaborador, ¿Cómo cree él que puede solucionar este “problema”?

Escuche con empatía su propuesta, seguramente usted ya tiene pensado como resolverlo, así que contraste lo que ha escuchado con lo que ya tenía en mente, ahora parafrasee lo que escucho de su colaborador hasta que éste valide que efectivamente usted entendió, ahora exponga usted su manera de resolver el asunto, y haga preguntas hasta que este seguro de que lo han entendido a usted a cabalidad.

Ahora es donde viene la magia, teniendo ambos claro, la visión y ambos puntos de vista de cómo resolver el asunto, establezca el resultado deseado, delimite claramente las responsabilidades, y hagan el acuerdo. En este proceso de delegar responsabilidades y no funciones aclaramos las expectativas y cerramos los acuerdos.

La diferencia de esta manera de delegar y la manera tradicional o más común que he visto en mis años cómo consultor, es que delegamos funciones y procedimientos y queremos que las personas se hagan responsables por los resultados, y esto tiene poca lógica, muchos gerentes con años de experiencia han ido acumulando conocimientos que se ven reflejado en su manera de trabajar, al ir escalando posiciones muchas de las tareas que hacían ya no les corresponde hacerlas por lo cual deben delegarlas, y en ocasiones se apegan tanto a su trabajo que desean de algún modo que esa experiencia pueda ser heredada, por eso cuando delegan quieren que las tareas sigan siendo realizadas cómo las hacían ellos, (aquí hay algo de Ego), cuando un empleado me entrega una tarea realizada con un procedimiento distinto al mío, generalmente la primera reacción puede ser de rechazo, “ASI NO FUE COMO TE LO ENSEÑE” o “ASI NO FUE COMO TE LO QUE TE PEDI”. Esto lo tengo claro desde la escuela y la Universidad, nunca se me ha dado eso de buscar la solución al problema, soy más del plural, buscar todas las posibles soluciones, y como consecuencia siempre tuve desencuentros con profesores que al evaluar un examen no  evaluaban si había obtenido conocimiento, evaluaban si había seguido su procedimiento, ¿Ven el error masivo de criterio en esto?

El proceso de delegación tiene propósitos múltiples, primero permite aligerar las cargas del líder para que este se pueda ocupar de las cosas más importantes, segundo, si lo hacemos de manera correcta es un vehículo para el desarrollo de los equipos de trabajo, en una sociedad donde pensar por uno mismo se ha vuelto un recurso bien escaso, gracias a la tecnología que en su afán de hacernos la vida más fácil esta incluso hasta pensando por nosotros. Darles a los colaboradores un espacio para que puedan pensar por sí mismos y crecer es un acto de amor al desarrollo del ser humano, y como líderes es parte de nuestra misión.

Para cerrar responderé a esta pregunta, ¿Qué es lo que un líder debe delegar?, responderé de esta manera, quizá un poco a la inversa, lo único que como líder no delego son todas aquellas tareas que estoy seguro solamente yo puedo y debo hacer, y todas aquellas tareas que sé que pueden ser hechas por otro colaborador, por lo menos con un 60% de pericia a como las haría yo, las delego, dando oportunidad a mis colaboradores que alcancen ellos ese 40% de desarrollo.

Muchas gracias

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