Líder Activo

El grueso de las cosas finas

El grueso de las cosas finas

Cada día sabemos más y entendemos menos.

Albert Einstein

El día a día moderno va a tal velocidad que no nos damos cuenta, nos levantamos el lunes comenzamos nuestra jornada cerramos los ojos y ya por arte de magia es viernes, nos contentamos porque estamos exhaustos de tanto trabajar y cuando justo nos disponemos a descansar y disfrutar en familia… zassss ya es lunes y el ciclo comienza nuevamente, vivimos sin darnos cuenta que envejecemos sin importar si aprovechamos o no el tiempo, esto ocurre en todos los roles de nuestras vidas, nos casamos, tenemos hijo y pensamos, trabajare duro para darle a mi hijo todo lo que yo no tuve, incluso pienso en pasar tiempo con él y darle la atención que siento que mis padres no me pudieron dar a mí,  la situación de la economía mundial es terriblemente deprimente así que pienso y digo; necesito dedicar un poco más de tiempo al trabajo porque necesito cubrir más gastos para hacer “felices” a mis hijos, mis padres lo tenían más fácil, trabajaban para comer, comprar ropa y pagar algunos servicios, nosotros los padres modernos, tenemos que pagar lo mismo que pagaban nuestros padres solo que hoy es mucho más costoso y hay nuevos gastos que nuestros padres no tenían y hoy son “vitales”, el internet, la televisión por cable, programación on demand, los servicios de telefonía celular, actividades extra curriculares de los niños, solo por nombrar algunos, parece que nuestra vida está ya planificada por el entorno y es poco lo que sentimos que podemos decidir o cambiar.

Lo realmente malo de todo esto, es que nuestros hijos están creciendo en un ambiente totalmente distinto al que nosotros tuvimos cuando crecimos, lo cual de entrada no tiene que ser tan malo como suena, pero si exige de nosotros mayor atención, lo que significa más tiempo con ellos, nuestros padres nos daban algo de su tiempo por ejemplo para ayudarnos a hacer algunas tareas del colegio, ellos incluso les costaba ayudarnos porque no se acordaban de cuando ellos lo vieron en el colegio, pero gracias a su madurez y experiencia resolvían y nos terminaban ayudando, hoy en día es un poco más sencillo y nuestros hijos realmente no necesitan de nuestra ayuda para hacer ninguna tarea del colegio, sin lugar a dudas Google es más útil que nosotros para ayudar con por ejemplo matemáticas, seguramente youtube tendrá docenas de tutoriales listos para ayudar a nuestros hijos con expertos que saben de lo que están hablando y con todo el tiempo del mundo para repetir una y otra vez hasta que nuestros hijos entiendan, por eso, la ventaja que tenemos es que ese tiempo de explicar polinomios, algoritmos o que se yo podemos hacerlo si tenemos el conocimiento pero también podemos aprovechar ese tiempo y transformarlo en un tiempo hermoso de calidad, padre – hijo para tratar cosas más importantes como el entorno donde ellos están desarrollándose.

Ya no basta sólo con saber el nombre de los amigos, donde viven, quienes son sus padres que hacen ellos para vivir, la enorme influencia que pueden tener los medios digitales nos obliga a dar el paso y estar más metidos en la 2.0.

Ya cada día son más lo padre que entran en Facebook, tiene cuenta en Instagram, Twitter, ya hasta saben manejar el WhatsApp, por un lado es necesidad, por otro es crecimiento pero lo que realmente importa es el contexto que las nuevas generaciones están viviendo, es la única manera de entenderlos, no basta con dedicarle tiempo y escucharlos, tienen que vivir lo que ellos están viviendo.

A medida que los años pasan el tiempo juega más en contra, sentimos (con cierta razón) que no tenemos tiempo para muchas cosas, y es cierto, a mayor edad, mayor responsabilidad y viene la sensación de que nos falta tiempo. ¿Qué podemos hacer entonces? Pues tenemos que pulir las habilidades de establecer prioridades.

Cuando somos jóvenes y comenzamos nuestra vida profesional, sabemos poco, no tenemos experiencia, tenemos gran motivación, por lo cual hacer, hacer, hacer, es una buena opción. A medida que crecemos debemos ir cambiando el hacer, hacer, hacer, por algo más maduro como el hacer, pensar, hacer, tenemos que mejorar nuestro criterio y trabajar en función de prioridades, Covey y Drucker coincidían en un punto mágico que dice, que algo deba hacerse no quiere decir que sea usted el que deba hacerlo, según mi experiencia es donde más fallan los lideres, cuando ven algo que hay que hacer pues se lanzar y lo hacen, lo grandes líderes con discernimiento, ven algo que hay que hacer y como conocen a su equipo, saben quien lo puede y debe hacer, van lo instruyen, lo preparan lo motivan y ellos hacen el trabajo, créanme esto hace la gran diferencia.

Llegado a cierto punto de sus vidas, lo sabrán, por instinto el ser humano debe cerrar ciclos, de tanto en tanto nos sentimos perdidos, desmotivados, como con falta de sentido, no se preocupen es normal, es la señal de que es el momento de hacer cambios, de dejar de hacer cosas y comenzar a aumentar los retos, esta es la única manera de crecer, y se resume en, tomar, hacer, soltar, seguir, muchos cuando están así, es porque están en el patrón, tomar, hacer, hacer, hacer, hacer, morir. Es fácil, estudia tu patrón y en punto preciso, córtalo y recuerda incluir siempre “Soltar y seguir”.

 

Feliz día.

 

 

Jimmy Canelones

@jimmycanelones

@lideractivo

 

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