Líder Activo

¿Sabes desarrollar tú potencial y el de los demás?

“…Mi potencial es un regalo de Dios para mí. Lo que yo haga con mi potencial es mi regalo para el…”

Creo firmemente que todos somos extraordinariamente buenos en algo y extremadamente malos para otras cosas, tenemos algunos dones naturales con los que contamos desde el momento en el que nacemos y otros tantos que vamos descubriendo y desarrollando mientras vamos avanzando en nuestro proceso de aprendizaje, realmente todos podemos llegar a tener un enorme éxito solamente si nos dedicamos a desarrollar y pulir el potencial que cada uno de nosotros tiene y porque no, ayudar a otros a lograr alcanzar su potencial.

En una organización un Líder tiene dos potenciales, el suyo y el de los suyos, y existen dos maneras de desarrollarlo, el apoyo incondicional y el apoyo condicionado. Cuando usted es Líder debería brindar el apoyo incondicional para el desarrollo del potencial de sus colaboradores, si usted no es Líder pero es jefe, su apoyo al desarrollo del potencial de sus empleados será un apoyo condicionado. Vemos la diferencia con un ejemplo.

Como padres debemos estar muy pendientes del desarrollo de nuestros hijos, qué aprenden y cómo lo aprenden, el cómo lo hacen es lo que más nos debe importar porque es ahí en el cómo lo aprenden que usted puede ayudar a desarrollar su potencial. Por ejemplo, su hijo le encanta el dibujo (como a todos los niños) pasa muchas horas pintando, siempre pinta en hojas blancas usando sus lápices del colegio la pintura para su hijo es el qué, el cómo serán los medios que está utilizando para desarrollar sus habilidades de pintura, entonces usted lo ayuda con el cómo, le compra varios tipos de Block de dibujo, le compra colores, marcadores, pintura, carbón y otros tantos materiales, le compra algunos libros básicos de pintura, y lo ayuda a buscar en Internet más información sobre pintura. Usted lo está ayudando con el cómo aprender sobre el tema que él eligió desarrollar (dedicándole su tiempo sin que nadie lo obligue).

Si el interés continúa con el tiempo, usted puede seguir ayudando con el cómo, puede inscribirlo en clases de dibujo, comprar herramientas más complejas como un caballete, lienzo y pinceles para que continúe con su aprendizaje.

¿Puede usted ver la diferencia entre ayudar a cómo y ayudar en el qué?

En las relaciones interpersonales existen casi siempre, roces provenientes de las fallas en la comunicación, estas fallas dependiendo del tipo de relación pueden ser más grandes y de mayor impacto, siguiendo con el ejemplo anterior enfocados ahora desde el punto de vista del qué (el qué aprender), su hijo le gusta el dibujo y se la pasa dibujando, pero realmente según su criterio su hijo no es muy bueno pintando, así que no lo ayuda con el cómo, y comienza a tratar de ayudar en el qué, entonces, lo inscribe en clases de Beisbol, usted adoraba el beisbol y siempre quiso pertenecer a un equipo pero su papá jamás lo inscribió en un equipo y eso le causo un cierto trauma y en ocasiones comenta que usted no pudo llegar a ser un jugador profesional porque su papá no lo apoyo y por eso usted va a apoyar a su hijo para que sea un jugador profesional como lo quería ser usted.

Claro está, en un inicio a su hijo le encantara la idea, cuando comience a jugar quizá le agrade el compartir con sus compañeros, ganar algunos juegos, practicar, dar el batazo clave para que el equipo triunfe, pero posiblemente cuando comience a desarrollarse en el beisbol sus responsabilidades se incrementarán, las practicas serán más exigentes y más largas, batear será cada vez más difícil a medida que la liga crece, sus compañeros serán cada vez más competitivos y comenzarán los sacrificios de cualquier carrera, dejar de hacer cosas en nombre de las prácticas, los juegos y otros compromisos, la responsabilidad aumentará y cada vez su equipo contará más con usted.

No se necesita mucho tiempo para tomar la decisión de si vale o no la pena el sacrificio y es entonces cuando posiblemente su hijo intentará renunciar, usted le dirá que es una locura, que usted ha invertido mucho y lo ha apoyado muchísimo, en ese momento los reproches realmente sirven de poco. Su hijo deja el equipo y en poco tiempo posiblemente vuelve a su pintura, entonces él (ya más grande) le pide apoyo para desarrollarse en la pintura y usted le dice, no te voy a apoyar porque te apoye en el beisbol y lo dejaste, perdí tiempo y dinero y no volveré nuevamente con lo mismo, en pocas palabras el apoyo al desarrollo es condicionado al criterio del papá, yo te apoyo pero sólo en lo que “yo” quiero que te desarrolles.

Lo que quiero que vean es la diferencia entre apoyar el qué y apoyar el cómo, sólo por un momento piense en su trabajo, en su papel como jefe o como líder, la mayoría de los jefes (que conozco y he analizado) cuando deciden apoyar a un empleado, generalmente lo apoyan en el qué y no en el cómo, usted ve un puesto de trabajo (un ascenso) y sin importar el puesto disponible, usted tiene el candidato, usted piensa  cualquier promoción debe ser vista como apoyo así que usted apoya a su gente mediante las asignaciones que usted considera que esa persona puede hacer, es decir, usted decide el qué, da el voto de confianza y en pocos meses los resultados no son los mejores, y se dice a usted mismo, “Dios, quedaré mal por haber recomendado a tal persona para el puesto ya que no está dando los resultados esperados”, si esto ocurre en varias oportunidades usted dirá, “Yo no recomiendo a más nadie porque siempre quedo mal yo”.

La diferencia es clara, si usted apoya el qué en lugar del cómo los resultado pueden no ser los deseados, pero si usted deja a las personas decidir el qué y los ayuda en el cómo, es decir, su apoyo al desarrollo de las personas es incondicional y no lo condiciona a sus intereses o los de la empresa facilitando así su desarrollo en sus áreas fuertes los resultados realmente serán los más satisfactorios, cuando usted como Líder desarrolla a las personas en las áreas necesarias de la empresa sin importar las áreas de fortaleza de las personas está desperdiciando recursos valiosos tanto económicos como humanos, si una persona no es buena para la contabilidad y usted necesita a un asistente contable, y transfiere a un empleado a esa posición y lo “apoya” dándole capacitación y responsabilidades y con el tiempo el resultado no es el óptimo  la culpa no es del empleado, ciertamente lo apoyamos en el cambio, pero ese apoyo fue condicionado a la necesidad de la empresa y no al desea del empleados, si deseamos resultados de primera calidad, observe en que se destacan sus empleados y luego apóyelos Incondicionalmente para que se desarrollen de manera integral, y en muy poco tiempo vera los resultados que siempre hemos querido tener en nuestra Organización y en nuestros hogares.

Hasta la próxima

Jimmy Canelones                                                                                                    ..-. .. -.

@LiderActivo

@jimmycanelones

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *