Líder Activo

Productividad, el eslabón perdido para alcanzar el éxito

Amado Nervo

Cuantas veces han escuchado o dicho la tan terrible frase, “No tengo tiempo”, más de una vez, ¿Cierto? Y de las muchas veces que lo han dicho o escuchado, ¿Cuántas son ciertas?, muy pocas o ninguna seguramente, estoy casi seguro que han escuchado a algún conferencista o autor motivacional decir que todos tenemos la misma cantidad de tiempo y la diferencia entre la persona de éxito y el mediocre es lo que ambos hacen con su tiempo, y aunque ya suene a cliché es totalmente cierto, la diferencia está en lo que hacemos con nuestro tiempo, una de las diferencias más notables entre un líder y una persona común son los resultados que cada uno obtiene y esos resultados lo que mide es su nivel de productividad, y la productividad determina que tan exitoso eres y antes que me digas que para ti éxito es algo holístico que nada tiene que ver con productividad sino mas bien con la felicidad y esta no se puede medir como un producto y bla bla bla te comento que la felicidad sí es un producto, el amor es un producto, tu profesión es un producto, todo es un producto, y es un producto de tus decisiones, por lo cual si tus decisiones son malas o deficientes ¿qué producto vas a obtener?, pues uno deficiente.

Colocaré un ejemplo clásico, el trabajo, aunque las comparaciones son odiosas te voy a pedir que te compares con una persona de tu oficina que gane menos que tú (siempre hay alguien que gane menos que tu créeme) y con otra persona que gane más que tú (adivinaron muchas personas ganan más que tu) y quiero que compares algunas cosas, compara su actitud ante el trabajo, los cambios en el trabajo y esas cosas, para hacer esto tienes que ser muy honesto no te engañes, de verdad no va te va  a servir de nada el ejercicio si no lo haces con honestidad, si lo haces te darás cuenta de algo, tu actitud así sea en un 1% es mejor que la persona que gana menos que tú, y sorpresa, tu actitud es peor que qué la de la persona que gana más que tú, así sea un 0,5% mejor por esto es que tienes que ser honesto sobre todo para reconocer que los que ganan más que tú tienen una mejor actitud en el trabajo.

Ya que decidiste hacerlo, continua con las mismas dos personas o si lo deseas puedes cambiarlas, ahora observa lo que hace en su trabajo, quiero que observes su metodología, todo en la vida tiene muchas maneras de hacerse la manera específica en la que lo haces es tu metodología al hacerlo, cuando hagas esto te vas a dar cuenta SIEMPRE que tu metodología para hacer algunas cosas es mejor que la de la persona que gana menos que tú, y ya sabes lo demás, la metodología para ciertas cosas importante de la persona que gana más que tú también es una metodología mejor y medimos ese “mejor” en función a los resultados concretos.

Si quieres seguir con el ejercicio aquí es donde la cosa se pone buena, es necesario que seas muy buen observador para esto, incluso si crees poder hacerlo te invito a que pases disimuladamente más tiempo con estas dos personas para que tengas la posibilidad de hacer preguntas a esas personas llegado el caso, necesitarás un poco más de interacción con ellas para que funcione, necesito que veas que tan arriesgada es la persona, si es capaz de asumir riesgos, por eso puede ser necesaria la interacción, puedes hacer preguntas sencillas como por ejemplo, eso que estás haciendo, porque no lo haces de tal manera, sugiere una manera loca de hacer su trabajo, opina sobre cómo lo harías tú,  una persona que asume riesgos no necesariamente hará lo que pidas eso no es ser arriesgado es ser idiota que es otra cosa, lo que si hará será pensar en posibilidades y si no se puede hacer o no lo haría te dará las razones técnicas lo cual indica que pensó las posibilidades evaluó las opciones y tomo una decisión, las personas que no son arriesgadas sencillamente no evalúan, te responderá algo así como, yo siempre lo he hecho de esa manera, o sencillamente te dirá no se puede hacer de esa manera sin poder dar mayor explicación por su respuesta, en este punto la comparación debe ser clara, la persona que gana menos es por definición menos arriesgada que tú, la contraparte que gana más que tu posiblemente será más arriesgada.

En este mismo orden y para concluir con este singular experimento, trata de ver cuánto tardan ambas personas en tomar decisiones en cosas sencillas y vas aumentando la dificultad, por ejemplo, ofrécele a elegir entre dos caramelos distintos, no importa lo que elijan lo que importa es el tiempo que tardan en tomar una decisión, la persona que gana menos tardara más tomando la decisión que la que ganas más y tu claro estas en un rango medio, luego que elijan el caramelo y antes de que se lo coman saca un tercer caramelo de tu bolsillo algo que consideres igual a lo que esa persona eligió  y trata de que cambie de decisión o dale la opción que cambie su decisión, muy probablemente la persona que gana menos cambiará de decisión mientras que la que más gana posiblemente mantendrá su decisión, algunos estudios incluyendo los realizados por Dale Carnegie han demostrado que las personas exitosas toman decisiones rápidamente pero son lentas cuando de cambiar de parecer se trata, por lo cual hacer una elección rápido y no querer cambiarla en las primeras de cambio es lo que hacen las personas seguras y exitosas. Ahora analízate y ubícate hacia donde te inclinas más en cuanto a la toma de decisiones y la rapidez en cambiarla ya sabes los resultados esperados y ya sabes estadísticamente hablando donde estas ubicado tú en relación a esto.

Exito

Si se dio cuenta esto de lo que les hable tiene directamente que ver con hábitos, los buenos, los que sin duda te darán resultados positivos, para concluir les quiero proponer que prueben por una semana incluir en su rutina diaria algunas cosas sencillas pero poderosas por ahora solo les voy a regalar cinco y me gustaría que me comentarás cómo te fue con estos cinco pequeños cambios.

  1. Levántate 15 minutos antes, y hazlo sin pensar, sin darle vueltas al asunto y olvídate que existe el botón de 5 minutos más, que lo que realmente significa son 5 minutos menos perdidos de tu día productivo, eso 15 minutos son realmente para salir antes de tu casa, sal de casa por lo menos 10 minutos antes de tu hora habitual.
  2. Camino al trabajo, comienza a trabajar, tu cerebro como musculo se ejercita con el pensamiento, organiza en tu mente las tareas que harás durante el día, y dale prioridades a cada una, aprende a realizar siempre aquello que es más importante, la jerarquía te ayudará a ser mucho más productivo, recuerda el principio de Paretto, el 20% de las actividades más importantes son responsable del 80% del resultado de la organización, concéntrate en ese 20% más importante y comienza a visualizar como harás esas actividades mientras más detalles mejor, por ejemplo si debes escribir un correo a un cliente para cobrar una factura, visualízate llegando a la oficina, prendiendo la computadora, mientras enciende, organizas tu escritorio, busca el expediente del cliente, abre el correo electrónico, díctate mentalmente lo que escribirás al cliente con todo detalle, dale a enviar correo y listo, ahora pasa a la segunda actividad luego a la tercera y así hasta que llegues a tu oficina.
  3. Cuando llegues al trabajo, inicia tus labores de inmediato, no des vuelta, el Centro Carnegie determino en varios estudios de productividad que las primeras dos horas en la oficina son las más productivas de todo el día por lo cual tu cerebro te dará el mejor rendimiento del día en esas dos horas, casualmente otro estudio determinó que el promedio de las personas tarda en 30 a 45 minutos al llegar a su oficina haciendo actividades triviales y sin sentido, nada que ayude a la productividad, y por si fuera poco, el cerebro tarda otra media hora en concentrarse verdaderamente en una tarea, es decir, que tarda media hora en “calentar” antes de comenzar a rendir, lo que quiere decir que de los 120 minutos más importantes y productivos del día la persona promedio (y si es promedio no es exitoso) los primeros 75 minutos los pierde, por eso es tan importante la recomendación N°2, si llegas a trabajar directamente estarás ganando 45 minutos de productividad pura, y si ya visualizaste tus tareas más importantes estas ganando otros 3 minutos de productividad pura.
  4. Luego de esas dos primeras horas de trabajo, desconéctate, levántate de tu puesto y camina un poco, el cuerpo luego de esas dos horas intensas de productividad necesita un pequeño respiro, toma agua o un café, ve al baño y regresa a trabajar, este descaso debe ser de 5 a 10 minutos solamente, el tiempo suficiente para que tu mente descanse pero no se enfríe, esto es para no perder el “momentum” o impulso, si pierdes más de 10 minutos caerás en lo que comentaba del tiempo necesario para comenzar tus labores, el cerebro estará distraído y para compensarlo te hará hacer actividades sin sentido (se acuerdan entre 30 y 45 minutos) y una vez que te sientes tardará otra media hora en “calentar” o volver a entrar en la zona productiva. Luego de la primera pausa de trabajo lo ideal sería repetir las pausas cada 60 minutos o 75 minutos, nunca llegues a los 90 minutos sin hacer una pausa, luego de esos 75 minutos tu mente esta fatigada y no estarás siendo productivo, el síndrome de Burnout o empleado quemado nace por hacer pocas pausas luego de largas jornadas de trabajo extenuante y repetitivo, salir de un Burnout es una tarea titánica por lo cual lo mejor es no quemarse.
  5. Antes de salir de tu oficina, tomate los últimos 15 minutos mientras recoges y organizas para hacer un resumen mental de todo lo que hiciste en el día, adicionalmente piensa en cuales de las actividades que realizaste en el día, la hubieras podido hacer diferente, mejor o más rápido, y por último organiza mentalmente que quedo pendiente y cuál será la actividad que realizarás mañana a primera hora.

Parece sencillo pero necesitarás práctica pero te garantizo que al realizar estas seguramente en muy corto tiempo sentirás la gran diferencia y lo mejor de todo tu entorno también lo va a percibir, el éxito está esperando por ti.

Hasta la próxima

Jimmy Canelones

Loco y sabio

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